En el mes en que se recuerda la heróica defensa de Boquerón, unas imágenes de aquella contienda nos ayudarán a recordar que aquellos viejecitos (cada vez menos) que hoy caminan lentamente nuestras plazas salvaguardaron para el país la riqueza que el imbécil de evo katari ayma está despilfarrando.
Foto 1.En los campos de Boqueron: esqueleto con uniforme. Cuadros como éste se encontraban frecuentemente en los campos de batalla en que los cadáveres no fueron enterrados. Es un soldado boliviano del célebre regimiento Colorados, muerto frente al Fortin Boquerón, en la brava batalla de Septiembre de 1932, que duró 20 días.
Los paraguayos sitiaron al Fortin; los bolivianos ofrecieron una tenaz resistencia sufriendo atrozmente el hambre y la sed, recibiendo algunas provisiones lanzadas desde los aviones. Los paraguayos sufrieron grandes pérdidas pero llegaron a pocos metros de las trincheras enemigas; cuando se disponían a pasar al asalto que definiría la lucha, se alzaron trapos blancos en las trincheras bolivianas quienes se habian comido hasta las mulas.
Si se observa la foto detenidamente, se constatará que la mano izquierda con su antebrazo, que se hallan en el sitio marcado con una cruz, han sido separados del brazo, como si hubieran sido arrancados por un casco de granada. Foto tomada dos meses después del combate.
Los paraguayos sitiaron al Fortin; los bolivianos ofrecieron una tenaz resistencia sufriendo atrozmente el hambre y la sed, recibiendo algunas provisiones lanzadas desde los aviones. Los paraguayos sufrieron grandes pérdidas pero llegaron a pocos metros de las trincheras enemigas; cuando se disponían a pasar al asalto que definiría la lucha, se alzaron trapos blancos en las trincheras bolivianas quienes se habian comido hasta las mulas.
Si se observa la foto detenidamente, se constatará que la mano izquierda con su antebrazo, que se hallan en el sitio marcado con una cruz, han sido separados del brazo, como si hubieran sido arrancados por un casco de granada. Foto tomada dos meses después del combate.
Foto 2. soldado boliviano del regimiento constituído por estudiantes al mando del Mayor Lairana que fué totalmente diezmado en el camino de Boqueron a Yucra, durante una sorpresa, en diez minutos de combate, pereciendo 250 estudiantes. Una ráfaga de ametralladora le ha levantada la calota creaneana, con tanta justeza como si fuera un trabajo de autopsia. Cadáveres como éste existen numerosos en estos campos, abandonados a merced de cuervos y caranchos.
Estan bien uniformados y no fueron requisados por la tropa, tal vez por escasez de tiempo, porque debia seguirse adelante en persecucion del enemigo o por el peligro, pues cayeron en "campo de nadie" mientras se disputaba el terreno que tantos muertos y heridos costó a ambos combatientes. La flecha indica una de las balas que han herido al soldado y que con una lente se ve nitidamente.
Estan bien uniformados y no fueron requisados por la tropa, tal vez por escasez de tiempo, porque debia seguirse adelante en persecucion del enemigo o por el peligro, pues cayeron en "campo de nadie" mientras se disputaba el terreno que tantos muertos y heridos costó a ambos combatientes. La flecha indica una de las balas que han herido al soldado y que con una lente se ve nitidamente.
Foto 3. Camión paraguayo cargado con bolsas de galleta, empantanado en las cercanias de Fortin Boqueron, Observese con la lente y se constatará las dificultades con que se chocan para pasar; a la derecha, el bosque, a la izquierda un pantano.
Foto 4. Prisioneros bolivianos trabajando en la carretera, cerca del Campamento Troche, con hachas, picos y palas. A la izquierda el camion con el que tropas paraguayas se dirigían al frente, sorprendiendo a los prisioneros en plena tarea, haciendoles formar para tomar estas fotos. Los marcados con cruces son los custodios paraguayos.
Foto 5. Los prisioneros se alegraban cuando los fotografiaban y pedian que los retratasen quizás con el ánimo de que la foto apareciese en algun diario o revista que pudiera llegar hasta sus familias,para que constatasen que aún se hallaban vivos.
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