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martes, 15 de junio de 2010

Afganistán puede convertirse en la 'Arabia Saudí del litio' tras descubrir un yacimiento billonario

EEUU VALORA LA MINA EN UN BILLÓN DE DÓLARES




El país del opio y de la guerra infinita podría convertirse en una de las grandes potencias mineras del mundo. El descubrimiento en Afganistán de un inmenso yacimiento valorado en un billón de dólares (más de 814.000 millones de euros) que contiene oro, cobre, hierro, cobalto y metales estratégicos para el desarrollo tecnológico es "la mejor noticia en muchos años", según el Gobierno afgano, que sostiene que estas reservas mineras podrían tener "un valor superior a varios billones de dólares". Empero, la explotación de los yacimientos llevará décadas debido a la ausencia total de infraestructuras en el país.


El diario The New York Times augura que gracias a este hallazgo Afganistán podría convertirse en "la Arabia Saudí del litio". La cantidad de este material (empleado en la facturación de baterías para ordenadores, móviles y blackberrys) que se cree que guarda un yacimiento en la provincia meridional de Ghazni es mayor que la que posee toda Bolivia, el país del mundo que hasta ahora tenía las mayores reservas de este metal estratégico, según un informe del Pentágono.

Con este potencial, sacar brillo a este 'tesoro enterrado' supondría un paso de gigante para la economía afgana, la cual carece de industrias estables y lleva décadas dependiendo del tráfico de opio. Al margen de las expectativas que ha creado el yacimiento, los problemas van surgiendo uno detrás de otro al pensar, primero, en la explotación de estos recursos. Hacerlo llevará décadas, debido a la falta de infraestructuras en el país, aunque el portavoz del Ministerio afgano de Minas e Industrias, Jawad Omar, ya ha adelantado que "las minas han sido localizadas y empezaremos a trabajar en ellas en los próximos seis meses. Las sacaremos a subasta y esperemos que pronto puedan enriquecer la economía de Afganistán". Según el rotativo NYT, un grupo de trabajo del Pentágono ha empezado a asesorar a las autoridades afganas para poner en funcionamiento un sistema que permita el desarrollo mineral junto a varias compañías internacionales.

¿Cambiará el curso de la guerra?


Los efectos de este torrente de mineral son impredecibles. Los talibán podrían recrudecer sus acciones para recuperar el terreno perdido y nuevas potencias (Washington apunta a China) podrían implicarse en el conflicto con ánimo de sacar tajada. El extraordinario hallazgo se produce en un momento delicado de la lucha contra los talibán. Estados Unidos y sus aliados han lanzado una serie de ofensivas contra los feudos de los insurgentes en el sur del país, utilizando el controvertido refuerzo de 30.000 hombres ordenado por el presidente Barack Obama. El objetivo: desempantanar una guera que durá ya demasiado tiempo, en la que no se observan avances significativos y que comienza a pesar como una losa en la opinión pública de los países inmiscuidos. Todo ello cuando la Alianza Atlántica advierte que es tiempo de apretarse el cinturón y cuando el reloj corre en contra de Obama, quien tiene intención de transferir a Kabul el control del país a finales de este año y de iniciar la retirada de tropas en julio de 2011.

La exitosa operación en la provincia sureña de Helmand debía tener su continuación en su vecina Kandahar, el bastión espiritual de los talibanes afganos, su lugar de origen. El general McChrystal, jefe de las fuerzas aliadas, había asegurado hace unos días que la operación en Kandahar, prevista para comienzos de verano, se retrasaría varios meses pero no mencionó que la campaña fuera a ser llevada a cabo por el Ejército afgano, tal y como afirma ahora el presidente afgano Hamid Karzai. Parece que el hombre de Occidente vuelve a jugar por su cuenta.

Por si fuera poco, un informe de la London School of Economics (LSE) difundido ayer defiende que la principal agencia del espionaje paquistaní (el ISI) financia, entrena y da refugio a los talibanes en un grado mucho mayor de lo que hasta ahora se pensaba. Según la investigación, hay "pruebas concretas" que sugieren que el apoyo a los talibanes que operan entre Afganistán y Pakistán es "la política oficial" de la agencia paquistaní de inteligencia. El informe, que recoge incluso una supuesta reunión en la que el presidente paquistaní, Asif Alí Zardari, prometió ayuda a los líderes talibanes, ha sido sin embargo calificado como "basura" por el Gobierno paquistaní.

jueves, 10 de junio de 2010

La bacteria sionista


Durante la I Guerra Mundial, empezaría a usarse de forma masiva un nuevo tipo de pólvora que sería decisiva en la contienda, se trataba de la cordita, más potente, más precisa y “sin humo”. Sólo producía una leve niebla gris azulada, y permitía a los francotiradores disparar sin descubrir su posición, no ensuciaba los cañones de fusiles y piezas de artillería y no oscurecía el campo de visión de quien manejaba una ametralladora, Compuesta por una mezcla de algodón explosivo, nitroglicerina, vaselina y como disolvente un esencial 0,8% de acetona, la verdadera protagonista de esta historia.

La producción de acetona de la época la sostenía una obsoleta industria química con técnicas de preguerra, mediante destilación destructiva de madera, y la necesidad de acetona a escala masiva en la industria militar acaparó la atención del por entonces ministro de municiones británico, Winston Churchill.

Churchill recurrió a un joven y prometedor químico, Chaim Weizmann, sionista emigrado de Europa continental, para que aplicase su técnica de invención propia basada en la fermentación de maíz por la bacteria anaerobia Clostridium acetobutylicum, familia del patógeno que produce el botulismo. El proceso funcionó durante unos años hasta que la escasez de grano se sumó a la ofensiva submarina alemana, que amenazaba con cortar el suministro de maíz norteamericano.



Había que sustituir el maíz por un producto autóctono, y el método de Weizmann se aplicó con éxito a las castañas, silvestres y en gran cantidad por todo el país. La recolección de castañas se encomendó a escolares. La recogida era masiva, y los diarios de la época recogen cartas de lectores que hablan de vagones de tren llenos de castañas pudriéndose en las estaciones, por los problemas del transporte provocados por la guerra. El asunto incluso llegó a una consulta en la Cámara de los comunes, por la sospecha de que alguien se estuviese enriqueciendo con el trabajo de los niños. Ante la pregunta por el uso de las castañas, el asunto se despachó con un “Ciertos propósitos” por parte del ministro de municiones.

El emplazamiento de las fábricas era secreto por motivos de seguridad, y los escolares enviaban sus paquetes a las oficinas del gobierno en Londres, pero los empleados postales ya sabían que debían ir directamente a las fábricas para su procesamiento.

Se había asegurado la producción de cordita, y agradecido, el gobierno concedió a Weizmann acceso directo al Secretario de Relaciones Exteriores Británico, A.J. Balfour. Dice la leyenda que el almirantazgo le había ofrecido el premio que pidiera, y Weizmann pidió un estado judío.

Leyenda o no, de este encuentro surgió la famosa Declaración Balfour, el 2 de noviembre de 1917. En formato de carta, en ella el gobierno británico apoyaba “el que se estableciese en Palestina un hogar para el pueblo judío”, y está considerada como el primer reconocimiento de los derechos del pueblo judío sobre la Tierra de Israel por parte de una potencia mundial.

Cuando se constituyó el estado de Israel en 1948, un químico experto en acetona fue su primer presidente, cargo que conservó hasta el año de su muerte, en 1952.

Colaboración de Antonio José Enciso (Mérida, Badajoz)

domingo, 6 de junio de 2010

El arte de la Guerra


Escrito por Sun Tzu hacia el año 500 a.C. es uno de los libros más antiguos que se conocen. Su título es “El Arte de la Guerra” y como su nombre indica y como no podía ser de otro modo hablando del ser humano, trata sobre los modos y maneras de hacer la guerra.

El libro, que ha sido y sigue siendo de lectura obligada en las academias militares, consta de trece capítulos que versan sobre diferentes tácticas y estrategias de guerra como pueden ser “El plan de asedio”, “La formación”, “El combate”, “El terreno”, etc. Pero de todos los capítulos, personalmente me quedo con el número trece, el titulado:



“Sobre el uso de Espías”

Una Operación militar significa un gran esfuerzo para el pueblo, y la guerra puede durar muchos años para obtener una victoria de un día. Así pues, fallar en conocer la situación de los adversarios por economizar en aprobar gastos para investigar y estudiar a la oposición es extremadamente inhumano, y no es típico de un buen jefe militar, de un consejero de gobierno, ni de un gobernante victorioso. Por lo tanto, lo que posibilita a un gobierno inteligente y a un mando militar sabio vencer a los demás y lograr triunfos extraordinarios con esa información esencial.

La información previa no puede obtenerse de fantasmas ni espíritus, ni se puede tener por analogía, ni descubrir mediante cálculos. Debe obtenerse de personas; personas que conozcan la situación del adversario.

Existen cinco clases de espías: el espía nativo, el espía interno, el doble agente, el espía liquidable, y el espía flotante. Cuando están activos todos ellos, nadie conoce sus rutas: a esto se le llama genio organizativo, y se aplica al gobernante.

Los espías nativos se contratan entre los habitantes de una localidad. Los espías internos se contratan entre los funcionarios enemigos. Los agentes dobles se contratan entre los espías enemigos. Los espías liquidables transmiten falsos datos a los espías enemigos. Los espías flotantes vuelven para traer sus informes.

Entre los funcionarios del régimen enemigo, se hallan aquéllos con los que se puede establecer contacto y a los que se puede sobornar para averiguar la situación de su país y descubrir cualquier plan que se trame contra ti, también pueden ser utilizados para crear desavenencias y desarmonía.




En consecuencia, nadie en las fuerzas armadas es tratado con tanta familiaridad como los espías, ni a nadie se le otorgan recompensas tan grandes como a ellos, ni hay asunto más secreto que el espionaje.

Si no se trata bien a los espías, pueden convertirse en renegados y trabajar para el enemigo.

No se pueden utilizar a los espías sin sagacidad y conocimiento; no puede uno servirse de espías sin humanidad y justicia, no se puede obtener la verdad de los espías sin sutileza. Ciertamente, es un asunto muy delicado. Los espías son útiles en todas partes.

Cada asunto requiere un conocimiento previo.

Si algún asunto de espionaje es divulgado antes de que el espía haya informado, éste y el que lo haya divulgado deben eliminarse.

Siempre que quieras atacar a un ejército, asediar una ciudad o atacar a una persona, has de conocer previamente la identidad de los generales que la defienden, de sus aliados, sus visitantes, sus centinelas y de sus criados; así pues, haz que tus espías averigüen todo sobre ellos.

Siempre que vayas a atacar y a combatir, debes conocer primero los talentos de los servidores del enemigo, y así puedes enfrentarte a ellos según sus capacidades.

Debes buscar a agentes enemigos que hayan venido a espiarte, sobornarlos e inducirlos a pasarse a tu lado, para poder utilizarlos como agentes dobles. Con la información obtenida de esta manera, puedes encontrar espías nativos y espías internos para contratarlos. Con la información obtenida de éstos, puedes fabricar información falsa sirviéndote de espías liquidables. Con la información así obtenida, puedes hacer que los espías flotantes actúen según los planes previstos.

Es esencial para un gobernante conocer las cinco clases de espionaje, y este conocimiento depende de los agentes dobles; así pues, éstos deben ser bien tratados.

Así, sólo un gobernante brillante o un general sabio que pueda utilizar a los más inteligentes para el espionaje, puede estar seguro de la victoria. El espionaje es esencial para las operaciones militares, y los ejércitos dependen de él para llevar a cabo sus acciones.

No será ventajoso para el ejército actuar sin conocer la situación del enemigo, y conocer la situación del enemigo no es posible sin el espionaje.

Sorprende observar lo vigente que siguen siendo estas palabras escritas hace más de 2.500 años. Tan vigentes son, que el “Arte de la Guerra” se estudia en programas de administración de empresas y muchas grandes corporaciones obligan a sus altos ejecutivos a su lectura.



De todos modos y por quitar un poco de hierro al asunto, hay que decir que el objetivo principal de Sun Tzu en su “Arte de la Guerra” era:




“La mejor victoria es vencer sin combatir.”

sábado, 5 de junio de 2010

Otra macabra historia mas de los salvajes aymaras de evo katari ayma


Según el informe forense, uno de los asesinados estaba vivo hasta hace tres días. La Fiscalía asegura que investigará




Por Redaccion Central - Los Tiempos - 5/06/2010



El informe preliminar de la necropsia practicada ayer a los cuerpos de los cuatro policías presuntamente linchados hace 14 días en la localidad de Saca Saca, Uncía, establece que uno de los uniformados murió sólo 72 horas antes de que su cuerpo sea entregado; es decir, entre el lunes y martes pasado, mientras que la data de la muerte de los tres uniformados es de 10 días.


Estos datos preliminares fueron dados a conocer ayer por el director nacional del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), Antonio Torres Balanza.

En conferencia de prensa, Torres informó que recibió ayer el informe preliminar del médico forense de Oruro, Vilma Gabriel, que estuvo a cargo de las necropsias a los cuerpos de los cuatro policías. Los familiares recuperaron los restos tras arduas negociaciones con los dirigentes de los cuatro ayllus de Oruro y tuvieron que desistir de seguir cualquier acción judicial para dar con los responsables.

“La doctora Gabriel pudo establecer que tres de las víctimas tienen una data aproximada de 10 días (de muerte) y uno de ellos, (un cuarto efectivo) la data de una muerte relativamente reciente, de aproximadamente tres días”, informó Torres según Red Erbol.

Este informe desvirtúa la versión de los ayllus que, tras denunciarse la desaparición de los cuatro uniformados el 23 de mayo pasado, admitieron haber capturado y matado a los uniformados de la Dirección de Prevención de Robo de Vehículos (Diprove) de Oruro e incluso manifestaron que sus cuerpos habían sido enterrados en diferentes lugares.

Tras esa admisión, las gestiones que realizaron los ministros de Estado y el Defensor del Pueblo con los ayllus apuntaron directamente a recuperar los cuerpos sin vida de los uniformados. Incluso, las autoridades gubernamentales aceptaron la versión de los indígenas y los dieron por muertos. Pero mientras se encaminaban esas negociaciones, los uniformados seguían con vida.


Según ese informe preliminar, el suboficial Nelson Alcocer Casano fue el último en morir, a diferencia del cabo Rubén Cruz Aruquipa, el cabo Esteban Alade Arias y el policía Miguel Ramos Payuni que habrían fallecido antes.

El informe forense dado a conocer por Torres también establece que las cuatro personas murieron a raíz de un traumatismo craneoencefálico de diferentes magnitudes. “En algunos casos, presentan traumatismos craneoencefálico abiertos, otros cerrados.

También, todas las víctimas presentan politraumatismos en todo el cuerpo”, afirmó.

El director del IDIF explicó que la data de muerte se establece, entre otras variantes, en base al tiempo de las lesiones, es decir, si estas son recientes o son más antiguas.

“Los cuerpos están íntegros, pero tienen lesiones múltiples, diferentes politraumatismos, pero en todo caso están íntegros”, precisó al agregar que uno de los cuerpos presenta quemaduras de segundo y tercer grado.

El IDIF esperará el informe final que será remitido en las próximas 48 horas.

La hermana de Nelson Alcocer, anoche en una entrevista con Canal 11 de La Paz, manifestó que dentro de sus corazones sabían que su hermano estaba con vida: “mi madre juraba que estaba con vida hasta el miércoles”.

“Sinceramente, nos sentimos más impotentes porque no pudimos hacer nada. Y tanto hemos rogado al Presidente (Evo Morales), pero no dijo una sola palabra a los campesinos y no ha hecho nada”, manifestó al agregar que tocaron tantas puertas pidiendo ayuda y si no eran los medios de comunicación, no les hubieran escuchado.

“Hemos llegado tarde. Hemos fallado a mi hermano y no lo hemos podido rescatar. Si hubiera hecho algo el Ministro (Sacha Llorenti) el lunes, podíamos rescatarlo con vida. Pero se ha ido feliz a La Paz, ni siquiera el Defensor del Pueblo ha podido hacer algo”, sostuvo.

“Mi hermano aguantó tantos días y no tengo palabras para consolar a mis sobrinos. Y nos hemos podido apurar”, agregó.

Respecto al informe forense, el abogado de los familiares, Johnny Casteló, en la entrevista con el mismo medio, dijo que no conocían oficialmente los protocolos de la autopsia porque no son parte del caso.

Según el abogado que intervino en la recuperación de los cuerpos y su traslado hasta la morgue del cementerio de Oruro, dos de los policías tenían el cráneo totalmente destrozado y se ha tardado en identificar sus rasgos. Sus familiares tuvieron que acudir a señales particulares y ropas que vestían para reconocerlos.

“Fueron golpeados presumiblemente con fierros. Y para terminar el sacrificio, les han reventado la cabeza y a otros dos, en la parte de atrás y al costado”, dijo. Anotó que a Alcocer lo tuvieron seguramente flagelado y amarrado porque tiene las manos ennegrecidas y él era blanco.


Uncía para evitar juicio comunarios amenazaron de muerte a las familias
Oruro
La Prensa

Las gestiones para recuperar los cuerpos de los cuatro policías fueron hechas directamente por los familiares de los fallecidos, que tuvieron que desistir a seguir una acción penal para recuperar los cuerpos y ahora reciben amenazas de muerte en caso de que abran una querella criminal.

Ante las amenazas de los ayllus, el fiscal orureño de homicidios Aldo Morales Alconini ofreció plenas garantías a las familias.

Los campesinos condicionaron la entrega de los cuerpos a que no se abra una investigación para sancionar a los autores de los crímenes. Los parientes fueron obligados a firmar un documento por el que desisten de abrir acciones penales, incluso hasta en un cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad por las muertes de los cuatro policías.

Para llevar adelante las gestiones, las familias de los muertos recibieron el apoyo de su abogado, Johnny Wálber Castelú, y del vicario del norte potosino, William Ugarte, tras el fracaso de los ministros de Gobierno, Sacha Llorenti, y de la Presidencia, Óscar Coca, y del Defensor del Pueblo, Rolando Villena.

FAMILIARES PASARON HORAS DE TENSIÓN

Oruro
La Prensa

Alrededor de las 02:00 de ayer, cuando pensaban que las gestiones encaminadas un día antes habían fracasado, el abogado de los familiares de los policías, Johnny Castelú, recibió una llamada. Una voz con acento quechua le confirmó que se había decidido devolver los cuerpos y debían dirigirse a un punto en el área dispersa de Uncía.

La esposa de uno de los ajusticiados, que no quiso revelar su identidad, dijo que tuvo que disfrazarse de chola potosina para pasar inadvertida y moverse con alguna libertad, pues sus compañeros habían sido individualizados por los comunarios que controlaban todos sus pasos.

“Viera usted”, dijo entre sollozos, “nos hicieron corretear de un lado a otro hasta que amaneció. El frío era muy fuerte y llegaban los llamados para ir a otra parte. Sentíamos que nos vigilaban. Sabíamos que había campesinos escondidos en los cerros que miraban por dónde íbamos”.

Al salir el sol, Castelú recibió la instrucción definitiva: “Vayan a tal punto, reciban los cuerpos y váyanse lo más rápido que puedan. Si no, no nos responsabilizamos de lo que les pueda pasar”.

Nadie recuerda la hora, nadie consultó su reloj. Llegaron al lugar convenido. El jurista no quiso revelar quiénes lo acompañaron. Fueron en una camioneta alquilada y después de ver los cuatro cuerpos, cubiertos todavía con la tierra que los rodeó en su improvisada sepultura, los subieron al vehículo.

Los cadáveres despedían un fuerte olor a putrefacción. Algunos no pudieron ser reconocidos. Dos tenían la cabeza reventada, no vestían uniforme, aunque quienes los recibieron advirtieron que estaban con la misma ropa con la que salieron de Oruro hacia Huanuni la mañana del 23 de mayo.

Castelú y los tres familiares salieron del lugar a la mayor velocidad posible, ya que el camino no está en buenas condiciones. Pasaron por Uncía, pero como habían circulado por toda la región, la camioneta se quedó sin combustible y sufrió un desperfecto mecánico.

Debían volver a Uncía. Pasó un minibús, pero no los aceptó por la fetidez. Por ello, esperaron una camioneta de la Fiscalía de Potosí. En el trasbordo, pudieron envolverlos con frazadas y nailon azul.

Se hará justicia
La Fiscalía decide investigar

El fiscal del Distrito de Potosí, Sandro Fuertes, anunció ayer que, pese al compromiso de los familiares para no hacer demandas contra los indígenas, la Fiscalía realizará las investigaciones.

Declaró a los medios locales que un informe médico preliminar estableció que los agentes murieron por golpes en la cabeza, pero que aún deben realizarse más exámenes forenses.

Fuertes señaló que también indagará otra denuncia de parte de los "ayllus" sobre varios crímenes contra indígenas cometidos en los últimos años y nunca aclarados, de los cuales los indígenas culpan a policías.

JEFE POLICIAL

El comandante de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico, Félix Molina, ratificó ayer que la policía cree que el crimen fue la venganza de un dirigente indígena de esa zona detenido una semana antes del linchamiento acusado de tener dos laboratorios de droga.

"Producto de esta aprehensión, este dirigente campesino habría manifestado que iba a lograr alguna venganza con cualquier policía que ingresara a su comunidad", dijo Molina.

El jefe policial informó que, días antes del sangriento hecho, un dirigente originario involucrado con el narcotráfico fue detenido en un operativo antidroga y prometió vengarse de los policías.

INCUMPLIMIENTO

Los legisladores de la oposición afirmaron ayer que las autoridades del Ministerio de Gobierno, la Policía y Fiscalía “incumplieron sus deberes” al permitir que hayan sido los familiares de los cuatro policías asesinados en Saca Saca, Uncía, quienes posibilitaran la recuperación de los cadáveres tras comprometerse a no iniciar un juicio a los comunarios responsables de esas muertes.

La diputada de Convergencia Nacional y abogada penalista, Norma Piérola, calificó de negligente la posición asumida en este caso por el ministro Sacha Llorenti y el Ministerio Público pues “con estos crímenes se ha creado un nefasto antecedente, ya que a título de justicia comunitaria se encubrirán los asesinatos”.

Himno del Satinador

La Patria (con banda)

Jinetes en el Cielo

Fuerzas de Paz

Comandante Cóndor Escóbar

La Bomba de Incendio

3 de Febrero

El Cóndor pasa, Música Miitar de Bolivia

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