A partir de las 10 se presentan en varias ocasiones aviones nuestros y al mismo tiempo aviones enemigos (...) al finalizar los asaltos del enemigo en diferentes sectores de las trincheras durante el día, sin haber logrado otro resultado que una terrible sangría entre los soldados paraguayos, se nos exigía a porfía un contra ataque. Aún dándonos cuenta del desbarajuste en que se hallaban las tropas enemigas de la desorientación y el caos que reinaba entre ellas, esto era imposible.
El ejército paraguayo continua atacando el fortín Boquerón, que se presenta como barrera infranqueable. Un tendal de muertos paraguayos cubre el campo de combate; los heridos paraguayos llenan los puestos de sanidad; habían caído en la lucha los oficiales paraguayos Escóbar, Facetti, Yegros, Zenteno, Roa, Otaño y muchos otros más.
Se comenzó a tender un hermético cerco, táctica que fue completada en 2 días.
12 de septiembre-cuarto día de batalla
(Llega la fracción Ustárez para conocer de cerca el desarrollo de las acciones y mantiene una reunión con el Coronel Marzana, quién le manifiesta los apremios para continuar con la defensa de Boquerón, pero al retornar de su misión el capitán Ustarez cae en acción).
Nuevamente los paraguayos intentan tomar el fortín. "a medida que pasaban los días el enemigo reforzaba sus unidades de artillería; se hacía más fuerte y acometía con mayor energía decidido a tomar el fortín en el más breve plazo.
En horas de la tarde se viene otro atraque por el noroeste y el nordeste, con tanta resolución y empuje que pareció que esta vez el enemigo, podría irrumpir en nuestras trincheras de defensa pero se repite lo mismo. El ataque dura por espacio de una hora y 209 minutos en medio de insultos y gritos de los guaraníes que retroceden como tienen costumbre dejando un sin número de muertos y heridos.
Al parecer, se repliegan pues se oye un ruido enorme de camiones sobre la picada con línea a Isla Poí ¿o se trata de nuevos refuerzos?.
El plan de Estigarribia es tardíamente descubierto por Marzana, quien ordena consecuentemente el ahorro de la munición escasa con que se contaba, así como una reducción en la ración de agua y comida.
El fuego de hostigamiento, especialmente de morteros, continua incesantemente, y en este día se registran una decena de bajas. Un ataque paraguayo por sorpresa al anochecer, termina desbaratado.
La moral paraguaya es baja, consideran que Boquerón es un pandemonio. El tendal de muertos ya se cuenta por millares.
Con unidades frescas el Paraguay, refuerza sus líneas diezmadas por la defensa de Boquerón. Las fuerzas bolivianas de Yujra atacan desde el exterior a los paraguayos quienes convenientemente posesionados del terreno rechazan a los bolivianos.
La aviación boliviana bombardea y ametralla a las fuerzas enemigas que avanzan desde Isla Poí para reforzar a los que asedian Boquerón con reservas que no habían participado los días anteriores. El escuadrón paraguayo de defensa aérea reacciona tardíamente. Durante todo este día la lucha es intensa.
13 de septiembre-quinto día de batalla
Desde las 4 de la madrugada la artillería paraguaya empieza a bombardear con todas sus piezas protege el avance de nuevas líneas de la infantería.
A las 14 horas se oye un recio combate con las tropas de Peñaranda. Escuchamos los gritos de "viva Bolivia" durante los asaltos a las posiciones enemigas.
Desde Yujra, a las seis de la mañana, el destacamento boliviano "Peñaranda" efectúa un fuerte ataque con propósito de romper el cerco desde afuera, utilizando efectivos del "Campero" y "Loa". Son rechazados desde la denominada "Isla del Diablo" por los tiradores paraguayos.
Mientras tanto, Boquerón amanece tranquilo, el movimiento del ejército paraguayo es incesante, mientras se observa la polvareda provocada por decenas de camiones que proveen al soldado paraguayo de municiones, víveres, agua y galletas.
El Comandante Marzana dispone que este día los oficiales Cap. Víctor Ustárez y Sbte. Julio Murillo salgan del fortín para tomar contacto con las tropas del fortín vecino Yujra, aprovechando los claros que aún existían en el cerco paraguayo. Ustárez era el oficial boliviano con mejor conocimiento del terreno y sentido de orientación en la selva chaqueña.
Cumpliendo estas órdenes, salen de Boquerón, siendo rodeados por los paraguayos. Víctor Ustárez emplaza sus piezas y de pie, desafiante, dispara contra el enemigo. Cae combatiendo bravamente. Los bolivianos perdieron así a uno de los más valerosos y experimentados combatientes de la guerra.
El ataque de todos los días esta vez se realiza en la tarde, con los mismos resultados anteriores: los paraguayos, pese a sus denodados esfuerzos, son violentamente rechazados. En esta acción muere del lado boliviano el Tte. Juan de Dios Guzmán Montalvo, tras un violento combate.
La noche de este día, Marzana escribe en su diario de campaña: "La artillería enemiga concentra su fuego sobre nosotros. Nuestros tres cañones contestan de tarde en tarde para no agotar demasiado rápido su escasa munición. La infantería paraguaya hace esfuerzos sobrehumanos para ganar nuestras trincheras, mas los nuestros disparan sus fusiles con la más correcta puntería, midiendo el peligro, quedando el campo sembrado de cadáveres y también de heridos cuyos quejidos se escuchan toda la noche. Se han agotado los medicamentos. El ánimo levantado de jefes, oficiales y tropa se mantiene inalterable. Parece que actuáramos en una maniobra y ninguna calaminad nos arredra".
14 de septiembre-sexto día de batalla
A primeras horas de la mañana vuelan cuatro aviones paraguayos sobre Boquerón la defensa anti aérea no puede derribar a los incursores poco después aparecen aviones nacionales que bombardean posiciones paraguayas "uno de ellos larga un lastrado al fortín con correspondencia y un paquete conteniendo munición para fusiles la misma que no puede ser utilizada por la altura desde la que fue lanzada.
Una proclama del comando que se comunica a las tropas.
Asimismo la nota informa de un inminente ataque a posiciones enemigas de Yucra y "que comenzará a las 12.00 y se llevará a efecto por tres partes en el ataque emplearemos tres carros de asalto".
Se ordena la salida de fuertes patrullas de Boquerón a fin de colaborar por esta parte a las acciones de las tropas atacantes de Peñaranda, desplazándolas en las tres direcciones que indican.
Muere al intentar romper el cerco exterior el Tte. Mamerto Cuéllar, cuando atacaba la Isla del Diablo, que luego fue tomada en cooperación con el Cap. Luis Gutiérrez Vera, que combatió valientemente.
En la acción es herido el My. Oscar Moscoso, en tanto que el My. David Méndez abandona su batallón en pleno combate.
Soldados paraguayos camino al frente.
Soldado boliviano prisionero herido. La bala entro por la oreja izquierda y salio por el pomulo derecho, destruyendo el velo del paladar. La cara esta hinchada, los parpados semi-cerrados y las moscas "verdes" le han depositado huevos en las heridas, que se han llenado de larvas. Tiene serias dicicultades para comer y tragar; el agua y los alimentos se le escapan por la nariz. Sufre mucho; tiene una sed insaciable. Me pedia agua, de rodillas y con las manos juntas, implorando; como no tenia jarro, le daba tamborcitos vacios de gasas llenos del precioso líquido que hacia desaparecer instantáneamente. Se lo trato en Sanidad con toda consideración, como si fuera paraguayo.
En el fondo d ela foto, el nº 1 señala un soldado muerto y los números 2, soldados heridos, entre los arboles.
Cirujia de urgencia en el Chaco.
Intervención de un herido con fractura de muslo,bajo anestesia general, apreciandose la careta y la ampolla de eter a la izquierda. Un camillero tracciona el pie.
Observese con una lente de aumento y se constatará que en los sitios señalados con las flechas, un gusano sube por el brazo del operado y otro por la mesa de cirujía.
Apreciar las dificultades que ofrecen estas intervenciones, las posturas incómodas que deben adoptarse, la falta de compresas esterilizadas. etc., etc.
Boquerón
Contingente boliviano rumbo al Chaco
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